El día viernes 6 de junio nos atajó con una mala noticia, Eugenio Montejo había fallecido en Valencia la noche anterior. Aunque parezca mentira los amigos que teníamos algún tiempo sin vernos pasaban el mensaje señalando la mala noticia. Con quien siempre me veo es con mi amigo y compadre Manuel Cabesa, entre ambos nos dedicamos a conversar del maestro, de la última ocasión en la cual estuvo con nosotros hacia el año 2002, y de las recomendaciones que le dio a los jóvenes que se encontraban en la sala de audiovisuales de la Biblioteca Pública Agustín Codazzi de Maracay, "escriban sin preocuparse si está bueno o está malo. Escriban" decía con su tono de voz amable. Recuerdo que la lectura de ese día se vió interrumpida por la música que llegaba desde La Casa de la Cultura pues ese día tenían programado uno de esos actos culturales en los cuales la música está a altos decibeles. Otro dato marginal de esa velada fue la ausencia de los estudiantes y profesores de letras por suerte no se hayaban presentes en este encuentro, los mismos que hoy son capaces de llorar a moco suelto.
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